
Ya suena la música y los compases del pasodoble "un moble més" rompen el rigor de la Semana Santa, para dar rienda suelta a la explosión de jubilo que supone para los alcoyanos el inicio de la FESTA. El desfile recorre las arterias del casco antiguo alcoyano para dotarlo de vida, aunque sea por unas pocas horas. El público luce sus mejores galas para asistir como invitados de honor a este enlace de la ciudad con sus habitantes que se compenetran formando un todo armonioso.
La mascleta con el permiso de la climatología da el toque final a la magnifica expresión de jubilo de un pueblo que siente su alcoyania por los cuatro costados y yo despierto de sopetón pensando que por un día he estado en la gloria.
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